Para hacerlo bien, es esencial leer el manual del modelo de la máquina de coser ya que algunas tienen grandes variaciones en el funcionamiento y por más que se ostente experiencia, un pequeño error se puede convertir en un gran problema.
Y cuando hablamos de mantenimiento, nos referimos en primer lugar al aceitado. Luego de varios meses de estrenarla, es necesario tomarse unos minutos para hacer este paso. De lo contrario, la maquina no solo emitirá sonidos extraños, sino que también hará que la aguja enganche la tela, entre otras peripecias. Por lo tanto, es una tarea que debe realizarse cada par de meses.
Las agujas también son un punto a tener en cuenta: es necesario vigilar que no estén dobladas o con la punta rota, ya que no solamente se corre el riesgo de dañar la tela que se está cosiendo, sino que también es posible que se rompa la máquina o que salte un trozo de aguja.
Hay que prestar especial atención a dos partes de la máquina a la hora de limpiar. La zona de arrastre de la tela y la lanzadera donde está el canillero. Generalmente, al comprar una máquina de coser esta viene con un cepillo pequeño. Usándolo limpias sin problemas los recovecos de estas zonas, previniendo malos funcionamientos en un futuro.
A la hora de limpiar la zona de arrastre hay que poner especial atención en los dientes de arrastre. Para acceder a estos hay que retirar la placa de metal donde se desliza la tela. Una vez la zona de los dientes de arrastre sea visible hay que pasar bien el cepillo para eliminar cualquier tipo de pelusa.
Para limpiar la lanzadera simplemente hay que quitar el canillero y pasar el cepillo. Si alguna pelusa se resiste nunca uses elementos afilados para sacarla, ya que esto puede dañar a la máquina.
Y sobre todo es importante taparla con una funda hecha a su medida cuando no se esté usando, ya que de lo contrario se acumulará polvo en sectores de la máquina a los que no es fácil acceder y que también son vitales para su buen desempeño.